Un español obtuvo 40 mil euros con una falsa aplicación sobre WhatsApp
A través de las redes sociales informó que había creado una app para espiar conversaciones. Miles cayeron en la trampa
Madrid (EFE). Un joven de 23 años se encuentra detenido luego de estafar con 40.000 euros a miles de usuarios de WhatsApp quienes creyeron que había desarrollado un programa para espiar las conversaciones de la popular app y sin saberlo le pagaron por ello.
José Rodríguez, inspector jefe del Grupo Seguridad Lógica de la Brigada de Investigaciones Tecnológicas (BIT) de la Policía Nacional, explicó a la agencia EFE que con “ilegal capacidad emprendedora” el cerebro de la estafa ideó un timo bastante simple pero “muy eficaz”.
Quienes cayeron en la trampa estaban dispuestos a espiar los mensajes privados de smartphones de amigos, parejas, jefes en tiempo real y, supuestamente gratis.
EL MÉTODO DEL ENGAÑO
Para que su supuesta aplicación de espionaje tuviera credibilidad en el gran escaparate de una red social, el estafador no dudó en “robar” los perfiles de más de 11.000 usuarios a través de los cuales llegó a enviar más de ocho millones de mensajes publicitando su herramienta.
Para que su supuesta aplicación de espionaje tuviera credibilidad en el gran escaparate de una red social, el estafador no dudó en “robar” los perfiles de más de 11.000 usuarios a través de los cuales llegó a enviar más de ocho millones de mensajes publicitando su herramienta.
Lo hizo creando una web en apariencia muy similar a la original, de forma que cuando los usuarios entraban a través de esta falsa dirección, le proporcionaban el nombre y contraseña de la cuenta que, ya robada, relata el inspector jefe de la Policía, era el medio para enviar mensajes masivos a la lista de contactos y dar difusión a la “novedosa” e inexistente herramienta.
El interesado en el anuncio de la aplicación tan solo tenía que seguir unas sencillas instrucciones en una web, que simulaba ser también la de la red social, y donde este usuario también le proporcionaba al detenido sus credenciales.
Desde esa página, el estafador dirigía al usuario a otra web donde, en teoría, bastaba con pinchar el botón de descarga e introducir, advierte Rodríguez, su móvil a cambio de obtener un código que activaría la deseada aplicación.
Ahí la víctima caía en la trampa. Había picado en el timo, ya que cuando el internauta introducía su número lo que hacía era realmente suscribirse como titular de una línea de móvil a un servicio de mensajería Premium.
NO DENUNCIARON
En definitiva, dice Rodríguez, abonarse al envío de una serie de mensajes cuyo coste oscila entre 1,45 euros y más de 7,20, de los que el detenido se reportaba buena parte de los beneficios por explotar ese servicio de mensajería.
En definitiva, dice Rodríguez, abonarse al envío de una serie de mensajes cuyo coste oscila entre 1,45 euros y más de 7,20, de los que el detenido se reportaba buena parte de los beneficios por explotar ese servicio de mensajería.
Percatados del engaño y al descubrir que no existía ninguna aplicación, muchos de los estafados no los denunciaron debido al escaso importe individual del fraude y a que de ser cierto lo que prometía el uso de la herramienta descargada sería un delito.
A pesar de la ausencia de denuncias de víctimas, los rumores de una aplicación que intervenía las comunicaciones de WhatsApp circulaban por Internet, e incluso la red social donde se hackearon miles de cuentas llegó a consultar a la Policía sobre su existencia, que rápidamente comprobó que se trataba de un fraude.
Tras localizar y detener a su “ingeniero” en Murcia, los investigadores no descartan que junto a él hayan participado más personas en la comisión de la estafa, por lo que analizan la computadora y los cuatro discos duros intervenidos en su domicilio.
Ante la posibilidad de que surjan imitadores o engaños por internet similares, el inspector jefe de la BIT lo tiene claro: “Nadie se debe descargar una aplicación anunciada como estrella que además promete la comisión de un delito”.
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